Bueno, se acercan las elecciones y como no hablar de quienes nos representarán. Recien este año me inscribí en el registro electoral ya que creo importantísimo aprovechar nuestro derecho a opinar y expresarnos a través de este medio que nos da la democracia, pero a la vez entiendo a los cientos de jóvenes que no se sienten identificados con el sistema, doy como ejemplo las elecciones que se acercan, aún no veo ningún candidato con ideas claras y con un peso político importante.
Joaquín Lavin ya esta entrando en el mal que cayeron Longueira y George Bush, personajes que han llegado al punto de hablar con muertos e incluso con Dios, Sebastian Piñera, no se puede negar que es un fuerte candidato, con una historia política importante, pero que no es capaz de defender con fuerza su postura, como se dice en buen chileno "no es ni chicha ni limonada", Michele Bachelet, a pesar de su gran inteligencia no ha demostrado con hechos su fuerza política, desvaneciendose frente a una acertada pregunta de la prensa y finalmente Tomás Hirsh, (el último de los 4 y a mi razón el más culto y consecuente de estos) presidenciable con pocas espectativas y apoyo político, muchos que votarían por él se retractan al pensar que es "voto perdido". Por lo cual la elección de quien será nuestro presidente desde el 2006 al bicentenario se resume en elegir al menos malo, lo cual me resulta lamentable.
No hay ningún candidato con fuerza, ideas claras, cordura, carisma y peso político, es acaso que le faltan nuevos aires a nuestros conglomerados políticos, tanto así que luego de 6 años la Alianza por Chile sigue presentando al mismo candidato a las elecciones presidenciales.
Ojalá este oscuro futuro no sea tal y que hoy finalmente los candidatos muestre sus armas ( si es que las tienen) y estas elecciones tengan, al menos, opciones distintas y posibles, ya que no cualquiera debería llegar a la tan codiciada Moneda.
Joaquín Lavin ya esta entrando en el mal que cayeron Longueira y George Bush, personajes que han llegado al punto de hablar con muertos e incluso con Dios, Sebastian Piñera, no se puede negar que es un fuerte candidato, con una historia política importante, pero que no es capaz de defender con fuerza su postura, como se dice en buen chileno "no es ni chicha ni limonada", Michele Bachelet, a pesar de su gran inteligencia no ha demostrado con hechos su fuerza política, desvaneciendose frente a una acertada pregunta de la prensa y finalmente Tomás Hirsh, (el último de los 4 y a mi razón el más culto y consecuente de estos) presidenciable con pocas espectativas y apoyo político, muchos que votarían por él se retractan al pensar que es "voto perdido". Por lo cual la elección de quien será nuestro presidente desde el 2006 al bicentenario se resume en elegir al menos malo, lo cual me resulta lamentable.
No hay ningún candidato con fuerza, ideas claras, cordura, carisma y peso político, es acaso que le faltan nuevos aires a nuestros conglomerados políticos, tanto así que luego de 6 años la Alianza por Chile sigue presentando al mismo candidato a las elecciones presidenciales.
Ojalá este oscuro futuro no sea tal y que hoy finalmente los candidatos muestre sus armas ( si es que las tienen) y estas elecciones tengan, al menos, opciones distintas y posibles, ya que no cualquiera debería llegar a la tan codiciada Moneda.
